En
poco más de 48 horas fueron asesinadas en España, por
causas difíciles de entender,
cinco mujeres. De esa cosecha atroz me
estremeció en especial una mujer de 44 años que
fue acuchillada
repetidas veces en Torrox, Málaga.
Tenía
interpuestas
dos denuncias por maltrato contra dos hombres, los dos con orden de
alejamiento. Uno de ellos fue quien
la
asesinó.
Había
convivido antes con otro
maltratador. Quién
sabe si
incluso le
pegaron de niña:
a veces la trampa de la violencia se
construye en la infancia. También para los agresores: diversas
fuentes señalan que
un tercio de los maltratadores fueron maltratados de niños.
Estas
vidas atrapadas por la brutalidad nos resultan chocantes,
pero lo
cierto es que
se
vive en una
sociedad que pivota en torno a la violencia,
intentando encontrar con ella, o contra ella, un acomodo difícil. No
hablo ya de
la violencia de género,
que es un ejemplo nítido y extremo, sino de las muchas y distintas
agresiones cotidianas. Según la Asociación contra el Acoso Moral y
Psicológico en el Trabajo, el 15% de los trabajadores en España
sufren mobbing.
Y el profesor Iñaki Piñuel, especialista en acoso laboral, dijo en
2014 que el fenómeno había crecido en España un 40% desde el
comienzo de la crisis. Entre las víctimas, una mayoría de mujeres.
Con el agravante de que ahora las redes han sacado el acoso del
centro laboral y han conseguido arruinar la vida entera del acosado.
A
veces pienso que, en efecto, todo
está relacionado. Por
ejemplo,
que la violencia de género no se nutre solo del
machismo,
sino también de nuestro
nivel de aceptación de la violencia en
general. Desde el polémico bofetón en la infancia hasta los
correazos, desde el maltrato psicológico hasta los gritos que se
lanzan
padres e hijos, entre hermanos, cónyuges, amigos, amantes,
compañeros de trabajo, vecinos, oponentes políticos a los que
insultas y vociferas y persigues en las redes. En los tiempos en los
que nos
toca vivir hay un serio problema: somos una jauría a medio civilizar
y no sabemos cómo
no envenenarnos con nuestra propia violencia.
Rosa
Montero, El País,
14/10/2018,
texto adaptado
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Resumen
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Comentario crítico
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Caracterización gramatical detallada de las unidades lingüísticas
destacadas.