Tal como os comenté en clase, publico en esta entrada una serie de ejercicios de repaso de la parte de Lengua. En principio, no los corregiremos en clase sino que subiré en los próximos días las soluciones a este blog, en una entrada nueva. Debéis, por tanto, hacer autocorrección: obviamente, en clase solucionaremos cualquier dificultad o duda que os haya surgido a la hora de realizar estas tareas. No dudéis en plantearlas.
Lee con detenimiento el siguiente texto:
Si hacemos caso de los
comentarios surgidos a raíz de la campaña del pequeño comercio contra el
abandono que sufren, todos los tenderos de este país tendrían que estar
forrados. Y no es así. Ser autónomo e
intentar tirar de un negocio es solo para
héroes.
Si hacemos
caso de esas reacciones, las tiendas de las ciudades estarían abarrotadas
de clientes a los que no les importa pagar un poco más a cambio de un trato cercano y cálido, porque el que te vende es tu vecino, al que luego
ves tomando un café en el bar.
Si hacemos
caso de lo que se ha oído desde la
protesta de tantos esforzados emprendedores
que han dicho que son invisibles en esta sociedad de la
compra anónima y a distancia, resulta que no hay un gallego que no compre en su barrio. Nadie
sabe lo que es Amazon. No hay ni un comprador que no busque gangas sin intermediarios
por Internet. No existen culpables en lo que les pasa a los pequeños comercios
que no pueden competir con las rebajas perpetuas de las grandes cadenas o
de la pantalla del móvil.
Lo que pasa
es que hablar es gratis y las mentiras no pesan. Lo de favorecer la economía cercana
es muy poético pero muy pocos lo practican. Hay algunos valientes
que reconocen que prefieren la compra
fabulosa por Internet para mirar
por su economía. Pero que no mientan. Que no digan que no sabrían vivir en otro lugar distinto a su barrio.
La tragedia del pequeño comercio es tan grave como la de las aldeas, refugios esporádicos de algunos urbanitas. Efectivamente, todos hablan maravillas, pero muy pocos las pisan. Y cuando cualquiera de ellos va, se queda una tarde, un día, el fin de semana… Allí se respira fenomenal, se olvida el estrés… Pero una vez conseguido el desahogo buscado, salen huyendo para ponerse a la cola del atasco hacia una superficie comercial o para quemarse los ojos en la pantalla comprando por Internet. Dan trabajo, sí. A los repartidores. Piensen que cada vez que vean crecer el ejército de repartidores mal pagado, más tiendas de su barrio quedarán cerradas para siempre y tendremos a otro vecino cuyo negocio se va al garete.
César Casal, La Voz de Galicia, 11/11/2018, texto adaptado
1.
Resume el contenido del artículo.
2. Identifica y clasifica el tipo de palabra o construcción gramatical a la que pertenecen en cada caso las unidades marcadas en negrita. Concreta, cuando sea posible, su función sintáctica.
3. Localiza (puedes subrayarlas) las proposiciones subordinadas adjetivas (comunes y sustantivadas) presentes en los dos primeros párrafos del texto. Precisa su función. A continuación debes:
- Localizar su nexo y precisar
su función.
4. Busca en el texto siguiente estos elementos o construcciones lingüísticas:
UNA ORACIÓN IMPERSONAL, UNA PERÍFRASIS MODAL DE PROBABILIDAD, UNA ORACIÓN SUBORDINADA ADJETIVA CON UN ADVERBIO RELATIVO, UNA CONDICIONAL IRREAL, UNA ADVERBIALIZACIÓN DE UN ADJETIVO, UN COMPLEMENTO ORACIONAL, UNA ESTRUCTURA COORDINADA, UNA PASIVA REFLEJA, UN DETERMINANTE INTERROGATIVO, UNA PERÍFRASIS ASPECTUAL INCOATIVA, UNA SUSTANTIVACIÓN, EL PRONOMBRE PERSONAL LO EN FUNCIÓN DE ATRIBUTO.
Había empezado a llover hacía ya unas horas y lo peor era que no parecía que fuese a parar en toda la tarde. Desgraciadamente, no quedaba ni un taxi libre y cada vez llovía más fuerte. Raúl y su tío no tenían más remedio que ir caminando hacia su casa: debían de ser ya las ocho de la tarde y empezaba a oscurecer. Si tuviesen ganas de caminar todo sería más sencillo pero ambos eran unos perezosos a la hora de desplazarse a pie. De hecho, la calle donde estaban viviendo ahora quedaría a un km, pero los vagos detestan las distancias, cortas o largas... Y ellos lo eran, y mucho. Cuando pasaron por delante del bar donde se preparan los mejores cafés de A Coruña decidieron hacer un descanso para merendar algo: pedirían dos cortados y no sabían aún qué pastel elegirían para acompañarlos. ¡Qué bien se vive así! Además, si hubiesen encontrado un taxi libre, no habrían disfrutado de ese tentempié tan agradable.
5. Identifica, explica y corrige
los errores presentes en las siguientes oraciones:
a.
No me di cuenta que se fuera hasta que vi que sus cosas no estaban en el
armario.
b.
Deberías de preguntarle porque no quiere comprarte un móvil nuevo.
c.
¿Cuanto cuesta esa falda que te comprastes? No me acuerdo, pero no debió de
costar más de 15 €
d.
Ese vestido te apreta demasiado.
e.
No te sientes delante mío, que eres muy alto y no veo el encerado.
f.
Se está realizando por la policía una investigación de los echos.
g.
No cojo en esta silla por que su base es muy estrecha.
h.
Hemos comido demás y eso vasta para que la duela la tripa.
i. No es mi tio si no mi abuelo: nunca nadie los confundiera.
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