POESÍA
EXISTENCIAL
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HOMBRE
Luchando,
cuerpo a cuerpo, con la muerte, 1
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Blas
de Otero se adhiere inicialmente a la línea de poesía
existencial / desarraigada que se desarrolla a lo largo de los
años 40. Esta línea fue cultivada por aquellos autores que
buscan en la poesía el desahogo del sentimiento de angustia vital
que provoca en ellos la trágica posguerra.
Este
poema es una muestra de esta línea de producción:
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TEMA: visión angustiada de la existencia. El poeta implora la
ayuda de Dios, que no está, para aliviar la experiencia de vivir
(“ser”) lleno de dolor y soledad.
El
uso del gerundio (“luchando”, “estoy hablando”,
“arañando”) confiere duración a ese sufrimiento que es vivir
cada día. La presencia de interjecciones (“oh” ), el
paralelismo del primer terceto y la exclamación final subrayan el
tono de desesperación del yo lírico.
Finalmente,
las metáforas del terceto final refuerzan la terrible visión
que el poeta ofrece de la vida:
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Ser hombre (es) horror a manos llenas.
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(ser /soy un) ángel con grandes alas de cadenas, en clara
alusión a la falta de libertad.
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INSOMNIO
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro, y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna. Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla. Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma, por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid, por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo. Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre? ¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches? Dámaso Alonso, Hijos de la ira (1944) (Pinchando aquí puedes ver la disposición tipográfica original del poema, que recuerda el formato de un ataúd: http://lenguasanchi.blogspot.com/2017/04/comentario-del-poema-insomnio-hijos-de.html
Blas
de Otero en el poema anterior recurría al formato tradicional del
soneto; Blas de Otero utiliza, sin embargo, el verso libre en
INSOMNIO, rasgo formal heredado de las vanguardias.
La
guerra civil dejó una profunda huella en este autor de la
Generación del 27 y de la dura experiencia de vivir en la España
de los años 40 nacen poemas como este:
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TEMA: la vida como una experiencia dolorosa. El yo lírico
contextualiza esa visión de la existencia en el Madrid de la
posguerra, poblado de cadáveres (gente sin libertad ni
ilusión); el insomnio le hace pensar en la soledad del ser
humano, a quien Dios no eschucha ni ayuda.
El
ritmo se consigue con la repetición de elementos importantes
temáticamente (“Y paso largas horas…”: paralelismo que
refuerza la idea de monotonía existencial y de duración del
sufrimiento / “por qué…: refuerza la desorientación
existencial del poeta, que no entiende por qué Dios permite lo
que está sucediendo); el léxico contribuye también a crear una
atmósfera desagradable: “cadáveres”, “nicho”, repetición
del lexema “pudr-”.
Las
metáforas puras (solo aparece el término imaginario, que
sustituye al real) relacionadas con la muerte y la putrefacción
son un recurso relevante en el poema, ya que buscan contagiar al
lector la visión desagradable de la vida: “un millón de
cadáveres” (en lugar de “un millón de personas”, “este
nicho” (este cuerpo, que vive en este lugar), “me pudro”
(vivo de manera infeliz, angustiada…
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lunes, 18 de abril de 2022
POESÍA DE POSGUERRA (II)
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