viernes, 13 de marzo de 2020

ROMANCE DE LA LUNA, LUNA. COMENTARIO



1. INTERPRETACIÓN Y ESTRUCTURA DEL CONTENIDO

         Lorca nos presenta, en este primer romance, la muerte de un niño gitano, durante la noche y en una fragua; la presentación de los hechos no va a ser objetiva, sino que el poeta ofrece una visión lírica y mítica de la llegada de la muerte (encarnada en la luna, que adopta una apariencia femenina para llevarse, irremediablemente, al niño de su mano) El poeta organiza el contenido en tres bloques, marcados visualmente en el romance.
     En un primer momento encontramos la presentación de los protagonistas (vv. 1-8); a continuación, aparece el planteamiento del conflicto, con el diálogo niño-luna (vv. 9-20) y el desarrollo de los acontecimientos (vv. 21-28), con la llegada inminente de los gitanos y con los ojos ya cerrados del niño; finalmente, en los versos 29-36 se encierra el desenlace trágico: los gitanos llegan a la fragua y encuentran al niño ya muerto (Por el cielo va la luna/con un niño de la mano) . El poema va adquiriendo una tensión narrativa ascendente, que va desde el silencio pasmado del niño, al principio, hasta los gritos y el llanto final de los gitanos.

2. LOCALIZACIÓN

             El romance funciona, dentro de la obra, como romance-prólogo, anunciador del destino trágico del gitano, que vive inmerso en una realidad mítica, intemporal gobernada por fuerzas que rigen sus vidas y a las que no pueden vencer. Este será un tema recurrente en todo el libro, en el que el gitano se enfrentará no solo a la muerte, sino al amor/pasión, a la violencia o a la opresión social ejercida por la guardia civil.

3. TEMA Y RELACIÓN CON LA TEMÁTICA DEL ROMANCERO
           El protagonista de esta composición es un niño gitano, víctima de la muerte, encarnada por la luna. Lorca elige a este grupo étnico como centro de su poemario para presentarlo como símbolo de una forma de vida regida por los instintos y por una serie de fuerzas naturales que actúan de modo incontrolable, arrastrando al gitano hacia la frustración o hacia un destino trágico: el erotismo, la violencia, la muerte… dirigen los actos de Preciosa, de Antoñito el Camborio, de Soledad Montoya, de la monja gitana… sin que ellos puedan liberarse de su influjo. Tampoco podrán sustraerse al poder opresor de la Guardia Civil, símbolo de la sociedad ordenada, burguesa, llena de leyes y normas que oprimen el espíritu libre del gitano.

           Sobre el niño gitano actúa el poder incontrolable de la muerte (TÁNATOS), representada por la luna, que lo arrastrará a un final trágico. Los personajes de los romances de Lorca suelen ser seres frustrados, infelices, por experimentar la desgracia, una desgracia inexorable de la que no pueden escapar (FATUM). Obviamente, el mundo, la atmósfera poética de cada romance no se corresponde con la realidad objetiva, cronológica del autor: diseña en sus poemas un mundo ancestral, poblado por gitanos, regido por fuerzas incontrolables para el ser humano y oprimido por la Guardia Civil (guiño a la época real del poeta). La idea de frustración y de opresión están muy presentes a lo largo de buena parte de la obra lorquiana y, posiblemente, tengan raíz biográfica.

4. ANÁLISIS FORMAL: MEZCLA DE TRADICIÓN E INNOVACIÓN

El componente tradicional del Romancero gitano, obra integrada en la corriente neopopularista del 27, consiste en la deuda de las composiciones con varios elementos presentes en el romance tradicional:

a) Organización métrica: el poema consta de 36 versos octosílabos. Riman los versos pares en asonante (-á-o-), los impares quedan libres. Su formato es el del romance tradicional y presenta la mezcla de elementos narrativos (la historia que se cuenta), líricos (el sentimiento trágico y la visión personificada de la naturaleza) y teatrales (el diálogo entre la luna y el niño).

b) Empleo de figuras relacionadas con la repetición, que tradicionalmente facilitaban la memorización:
- Reduplicación (repetición de palabras en el mismo verso): v.3 (El niño la mira, mira), v. 9 (Huye luna, luna, luna) o v. 35 (El aire la vela, vela)
-Anáfora y paralelismo entre los versos 3 y 4; también entre los versos 9 y 17 o 35 y 36
- Polipote (repetición de una palabra con variación de gº, n.º o desinencias verbales): entre los versos 3 y 4 (mira / mirando), y entre el 35 y 36 (vela / velando)

c) Secuencias relacionadas con el formato dialogado, que aportan realismo y dinamismo, entre los versos 9 y 20 (diálogo niño-luna).


d) Fragmentarismo: no sabemos por qué está el niño en la fragua ni el motivo de su muerte (INICIO IN MEDIA RES)


La genialidad del Romancero radica en la magistral combinación de los rasgos tradicionales que acabamos de nombrar con una serie de recursos vanguardistas que aportan al lenguaje dificultad y originalidad:

- SÍMBOLOS: aparecen varios símbolos de valor negativo o trágico dentro de ese universo poblado por gitanos condenados a la frustración y a la desgracia. Está presente la LUNA LLENA (muerte, tragedia), la FRAGUA, EL YUNQUE Y LOS METALES (bronce), que con su frialdad, sugieren lo inerte, la falta de vida; los JINETES y sus CABALLOS simbolizan el viaje del gitano hacia un desenlace trágico o frustrante.; la ZUMAYA se muestra también como pájaro de mal agüero.

- METÁFORAS VANGUARDISTAS: los autores del 27 destacan por el carácter elaborado y sorprendente de sus metáforas, a veces realmente difíciles de descifrar. En este romance podemos reseñar algunas, como: su polisón de nardos, (luz blanquecina de la luna), en el v.2 ; senos de duro estaño (superficie ovalada de la luna), v. 8; el tambor del llano (el llano ES un tambor, que es tocado por las pezuñas del caballo, metáfora con la estructura B de A) o, en el verso 26, bronce y sueño, los gitanos (los gitanos (SON) bronce, por el color de su piel, y sueño, por su naturaleza fantasiosa; es una metáfora del tipo B,A).

- PERSONIFICACIÓN DE LA NATURALEZA: como sucede en muchos poemas del Romancero gitano, aparece la PROSOPOPEYA o PERSONIFICACIÓN de la naturaleza, que participa activamente en lo que sucede. De hecho en este poema, la muerte aparece encarnada en la luna, que aparece personificada: actúa en el poema como una mujer que mueve sus brazos y baila para atraer al niño y que se vaya con ella. En ritos ancestrales de diversas culturas la muerte se asocia a la luna.
También el aire adquiere vida en este escenario poético: En el aire conmovido/mueve la luna sus brazos (v.5-6) o en los v. 35-36 : El aire la vela, vela / el aire la está velando.

- ADJETIVACIÓN SORPRENDENTE Y SINESTÉSICA: - Niño, déjame, no pises / mi blancor almidonado (v. 19-20), donde mezcla la percepción visual (blancor) con la táctil (almidonado).



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